RUTA DE LOS ARRUDOS

Se inicia el recorrido un poco antes del pueblo de Caleao, tomando una pista que sale por la margen izquierda de la carretera. El primer tramo es llano y discurre entre praderías a la vera del Ríu los Arrudos. Tras cruzarlo varias veces se llega a la cabaña de Prendeoriu, donde la pista se transforma en un camino. A escasa distancia del Prendeoriu, se alcanza el puente colgante de La Calabaza, donde se inicia la ascensión. En este punto comienza el desfiladero de los Arrudos, que toma su nombre de un utensilio tradicional formado por una vara de acebo de unos 2.5 metros de altura a la que se colocaban varias estacas que, dispuestas en cruz a modo de peldaños, facilitaban la subida en los puntos de más difícil acceso. El camino aparece, en ocasiones, tallado en la roca y tras superar la fuerte pendiente alcanza por fin El Collaín, pequeña planicie desde donde se divisa gran parte del valle de Roxecu. Desde El Collaín, siguiendo el camino principal y dejando el río a la izquierda, se llega tras breve trecho a La Fontona, punto de arranque de las tuberías que conducen el agua destinada al abastecimiento de Gijón.
El camino continúa su ascenso y atraviesa el frondoso hayedo de Los Arrebellaos, al final del cual se arriba a la majada de Roxecu, planicie herbosa en la que existen algunas cabañas derruidas. Tras atravesar el río, se inicia una ascensión de algo más de kilómetro y medio que conduce a la majada de Llede, primero, y a la de los Moyones, después, momento en que puede hacerse una breve parada para descansar y tomar agua en la fuente allí existente.
Desde aquí, el camino continúa ascendiendo entre praderas de alta montaña y, después de atravesar una pequeña zona poblada de escobas, conduce a la Collada de Ubales, punto más alto de la ruta. Se disfruta ahora de magníficas vistas de la vega de Brañagallones, el Cantu l’Oso, el Tiatordos e incluso del Macizo Occidental de los Picos de Europa. En la misma collada debe tomarse un desvío a la derecha que, sin perder altura, llega en pocos minutos al Llagu Ubales, pequeña laguna de montaña en la que habitan varias especies de anfibios, entre ellos el tritón alpino y el ibérico.
Tras regresar al Colláu Ubales, se inicia el descenso a la majada de la Carbaza, donde la ruta entronca con el antiguo Camín de Castilla, que antaño recorrieran con asiduidad los arrieros casinos. El itinerario prosigue a la izquierda por dicho camino, alcanzándose cómodamente la collada de La Canalina y, tras ésta, la de Pandu Vallegu, lugar donde no resultará extraño disfrutar del espectáculo de alguno de los rebaños de rebecos que frecuentan la zona.
No resta ya más que descender hacia las cabañas de Pasaoriu por el ancho camino que
conduce a La Infiesta, hermosa aldea destino final del itinerario.

RUTA DE CABEZA´L ARCU

Comienza la andadura en el pueblo de Caleao, a donde se accede por la carretera que parte de la Regional AS-17, casi en la misma cola del embalse de Tanes. La ruta parte de la plaza del pueblo para tomar el camino que cruzando el río y en suave ascenso se adentra en la reguera de La Pasera. Entre prados y pequeños bosques, el camino faldea con el río siempre a la izquierda hasta alcanzar el puente de madera de La Campa. En época estival el cauce apenas lleva agua y puede vadearse cómodamente por encima de las piedras.
Se prosigue ahora la ascensión con mayor pendiente y alejándose del río hasta La Porquera, paraje fácilmente reconocible por la cabaña existente al abrigo del roquedo natural y que es ocupada por una colonia de avión común, golondrina de brillos azulados que inverna en el África subsahariana y cría durante el verano en casi todas las comarcas de España.
Desde La Porquera, se reanuda el paseo por el sendero que, entre hayas, remonta el valle de Xulió. A lo largo de la ascensión el sendero acompaña los saltos y pozas del reguero, que se cruza en varias ocasiones, atravesándose enseguida la portilla de hierro que, situada entre dos peñas, cierra el valle. Tras una breve ascensión por la ladera occidental, se alcanzan las primera cabañas de la majada de Xulió, en cuyos pastos no es raro encontrar, en las primeras horas del día, o al atardecer, grupos de rebecos o venados pastando.
El itinerario abandona la majada en dirección a la cabecera del valle, dejando siempre el muro de piedra a la izquierda y salvando nuevamente, tras pasar junto a la última cabaña, el cauce del arroyo. Se aprecian entones al frente tres pequeñas depresiones y los restos de una cabaña, el itinerario cruza la depresión central, la más profunda, dejando a la izquierda el cauce. Cuando el valle se abre, el sendero gira a la izquierda para ascender la empinada cuesta que por un frondoso hayedo se encarama en la Collada L’Arcu, lugar que da vista al Mayáu de Pandellina, siguiente hito del itinerario, y al inicio del desfiladero de Los Arrudos.
El descenso se realiza por la ladera contraria del collado, hacia el fondo del valle de
Pandellina. En determinado momento, el camino se estrecha a su paso por una pequeña foz y el río deja de verse. A partir de este punto, la senda inicia un fuerte descenso en zigzag hasta el Mayáu del Felgueru, desde donde no resta más que tomar la cómoda pista que en descenso parejo al del Ríu los Arrudos regresa hacia el punto de partida de la ruta en Caleao.